SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
La colaboración entre familia y escuela se presenta imprescindible para una buena educación de los niños y adolescentes. Estas dos instituciones se presentan como la base en la cual los jóvenes se socializan y generan su identidad.
En primer lugar, a través de la crisis del Covid hemos visto como el plano físico donde estas dos instituciones se desenvuelven ha cambiado. Tanto la enseñanza cómo la familia se han visto involucradas dentro del hogar. Asimismo, veo este acontecimiento como una oportunidad de aproximar las dos esferas.
Así pues, tradicionalmente el papel de educar y enseñar reglas morales se atribuía también a las instituciones escolares, la influencia de estas frente a los jóvenes era mayor, además, cedida y consentida por el ámbito familiar.
En la actualidad, la situación ha cambiado, las esferas se han diferenciado, se entiende que le educación en valores morales recae en mayor peso a la unidad familiar (aunque la escuela también participe) y, por otro lado, se entiende que en los colegios se realice una función relacionada más con la enseñanza y transmisión de conocimientos. Sin embargo, creo que el acercamiento que ha proporcionado la crisis del Covid nos muestra una futura posibilidad de interrelacionar estas dos esferas (no como en la época tradicional sino con otras lógicas como la coeducación). Es esencial que el ámbito familiar y sus necesidades sea escuchado con mayor atención en las instituciones escolares, y al contrario, que el ámbito académico sea más considerado dentro del hogar y la familia.
En segundo lugar, me gustaría destacar la importancia que en el
Siglo XXI están teniendo las crisis económicas.
En 2008 sufrimos una gran recesión y el Covid ha iniciado otra que apunta a ser aun mayor. Estas
dos décadas de crisis han aumentado la desigualdad y la exclusión de muchos niños.
La escuela se presenta con un reto muy importante, ya que es una institución integradora, que puede resultar como una gran
herramienta de dar oportunidades y combatir los efectos de la crisis en los más vulnerables.
De esta manera, facilitar el acceso de todos los alumnos y alumnas a las nuevas tecnologías, material escolar y mejorar en general la comunicación para detectar posibles casos vulnerables, puede ser un reto muy importante en el futuro. Creo que el Covid nos ha enseñado que existen herramientas de comunicación muy potentes y que pueden ser muy útiles para afrontar problemáticas nuevas (brecha digital) y viejas (abandono escolar).
Por último, me gustaría añadir la necesidad de aceptar
la diversidad dentro de la enseñanza. La escuela se enfrenta a un nuevo contexto denominado
La Sociedad de la Información, Conocimiento y Aprendizaje, término muy relacionado con el fenómeno de la globalización y sus consecuencias.
Hoy en
día la diversidad cultural y social que nos encontramos en los tipos de familias solo hace que aumentar. De esta manera,
la escuela no se puede permitir quedarse estancada y debe renunciar a reproducir los patrones culturales de una sola sociedad homogénea y estable, ya que la realidad se aleja cada vez más de esto,
se tienen que hacer adaptaciones para favorecer la comprensión y la adaptación de la diversidad en los hogares para que las instituciones escolares puedan mejorar la interacción entre
escuela y familia.
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