¿Personas o consumidores? El individuo en la vida líquida
¿Personas o consumidores? El individuo en la vida líquida
Autor: Juanki Pamies Alcubilla. Fuente: Flickr. Fuente: CC-BY NC 2.0 |
Bauman usa el término
de modernidad líquida para hacer
referencia a la etapa actual de la sociedad donde:
las condiciones de actuación de sus miembros cambian
antes de que las formas de actuar se consoliden como hábitos y en una rutina
determinada (Bauman, Vida Líquida, p.9).
La modernidad líquida de Bauman nos sumerge en una
manera de vivir que el propio sociólogo denomina como vida líquida.
En este contexto, Bauman
hace referencia a que la modernidad líquida nos conduce inevitablemente a una
incertidumbre vital.
En la sociedad actual,
todas las acciones o estrategias que nos planteamos enfocadas hacia el
futuro envejecen con rapidez y siempre están sometidas al fantasma de
quedar obsoletas.
Vivimos rápido, tenemos que estar a la moda, formándonos constantemente, aprendiendo idiomas, cambiando de trabajo, de ciudad, de amistades y de relaciones sentimentales. La vida se nos diluye como agua entre las manos; una vida líquida.
Las personas en la sociedad de consumo
La
sociedad de consumo se sostiene en una eterna y engañosa promesa. Según Zygmunt
Bauman, la sociedad de consumo actual nos promete satisfacer los deseos
humanos como ninguna otra sociedad lo había hecho anteriormente (aunque esta
promesa sea falsa).
De
esta manera, paradójicamente, la sociedad de consumo tiene su mayor logro
en no cumplir lo que promete.
Si
fijáramos unas expectativas bajas respecto al consumo, unos límites
objetivos a nuestros deseos, si intentáramos autorrealizarnos de otra
manera que no fuera a través del acto consumista, sería el fin para la vida de
consumo actual.
Si
pusiéramos límites a los deseos, si no hubiéramos interiorizado aquella premisa
de todo se puede lograr, todo se puede desear, todo se puede comprar,
el motor que mueve la economía actual se pararía en seco.
Así
pues, la sociedad de consumo consigue que la insatisfacción sea la norma
permanente en nuestros deseos. Para Bauman, una de las maneras que la sociedad
de consumo usa para lograr esto es a través de la denigración inmediata de los productos;
algo que era maravilloso ayer es inservible mañana, un residuo, desfasado,
pasado de moda.
El
hecho de intentar paliar todas aquellas ansiedades e inseguridades a través del
acto consumista actual, acaba por generar una rueda interminable de necesidades,
deseos, carencias y nuevas necesidades.
En
definitiva, buscar solucionar nuestros problemas en un centro comercial se ha
vuelto lo habitual. Acto confirmatorio de que la sociedad de consumo está
insertada en nuestra psique tanto colectiva como individual.
Zygmunt Bauman. Autor: Forumilfest. Fuente: Wikimedia Commos. Licencia: CC-BY-3.0 |
El
consumismo: Una economía del engaño
El
consumismo no debería ser algo malo por naturaleza, desde el inicio de
nuestra especie hemos sido seres consumidores. No obstante, la sociedad
de consumo actual es nociva por su hipocresía intrínseca.
Es
decir, si la sociedad de consumo fuera honesta con lo que predica,
cuando compráramos algo nuestra necesidad se vería satisfecha y hasta que ese
objeto o mercancía dejara de sernos útil no lo derrocharíamos. Pero, he aquí el
epicentro de la cuestión; en la mayoría de ocasiones no compramos para
satisfacer necesidades sino para alcanzar deseos infundados a través de la mercadotecnia y la publicidad.
Esta manera de satisfacer deseos irreales (que están muchas veces ligados a la falta de autoestima o a la búsqueda de una identidad) a través del consumismo, nos sumerge en una espiral donde las expectativas truncadas acaban siendo siempre sustituidas por nuevos deseos, eso sí, siempre con un mensaje latente; una constante insatisfacción.
Autor: Óscar Cortés. Fuente: Flickr. Licencia: CC BY-NC 2.0 |
La vida del consumidor
De esta manera, lo
descrito en el apartado anterior nos lleva a una problemática; la
problemática de la identidad.
Según Bauman, es
altamente difícil poder generar una identidad como sujeto de
manera estable. Sobre todo, si estamos sometidos por el propio sistema social a
un reacondicionamiento, renovación y reciclaje constante y forzoso.
Así pues, la vida
líquida es una vida devoradora. En la vida líquida actual, todos los
objetos del mundo que la componen (tanto seres vivos como
inertes) son objetos de consumo, y, por tanto, objetos que son
usados y tirados cuando pierden su utilidad.
Esto genera una vida
social en la cual estamos permanentemente persiguiendo una meta
inalcanzable. Precisamente esto es la clave de que funcione tan bien la
sociedad de consumo.
Gente atareada de compras en la víspera de navidad (Ciudad de México) Autor: Eneas de Troya. Fuente: Wikimedia Commons. Licencia: CC-BY-2.0 |
El
denominado síndrome consumista ha generado un intercambio en la escala de
valores. Anteriormente, la duración era síntoma de estabilidad, era el
valor por antonomasia. No obstante, en la actualidad la fugacidad a sustituido
a la duración.
Además,
el síndrome consumista no se limita a la esfera del consumo. Bauman advierte
como las lógicas consumistas se han insertado en los comportamientos afectivos y
relacionales. En general, en todas las pautas de la vida.
Bauman
llama a este proceso “la mercantilización de los procesos vitales”. Un
proceso que podemos observar en las relaciones sociales de todo tipo, tanto afectivas como laborales o cotidianas.
El
mercado es nuestro “cupido personal” en la sociedad actual.
Nos guía a través del laberinto de la amistad, el amor y el trabajo prometiéndonos
un compromiso eterno. Eso sí, solo con una única condición; que no olvidemos pasar
antes por la estantería del centro comercial y pidamos nuestro fugaz deseo.
-Si os ha gustado el artículo os invito a que me sigáis en Twitter del autor: Álvaro Soler Martínez.
Biografía:
Vida Líquida, Zygmunt Bauman (2006). Editorial Austral.
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Da para reflexionar mucho todo lo que aquí se menciona. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarDe nada! a ti por leerlo. Un saludo
EliminarGracias oscar!
ResponderEliminarExcelente análisis, comparto. Material valioso, saludos
ResponderEliminarEs un an'alisis sit'emico de la vida , el ser humano , el entorno y su relaci'on con el consumismo.
EliminarMuy bueno. Muy instructivo.
EliminarGracias, un saludo
EliminarMe gusta leerte! :) sigamos adelante
ResponderEliminarGracias Vanesa. Un saludo :)
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