¿Por qué la Sociología es una ciencia?
¿Por qué la Sociología es una ciencia?
La
Sociología es una ciencia, le pese a quien le pese, una ciencia que molesta y
debe hacerlo, pues para que esta llegue a su función: Destapar los entramados de dominación social, debe tener en su episteme más profunda la crítica, tanto
de ella misma como de todos sus objetos de estudio.
El
primer paso para comprender la Sociología es aceptar la subjetividad. Las personas somos seres sociales, como tales nos desenvolvemos y
tenemos sentido únicamente dentro de una sociedad. Esto quiere decir que, si reviviéramos el mito del salvaje en la realidad, esos “Tarzan” o “Mowgly”, únicamente nos mostrarían de humano la carcasa física, pues carentes
de socialización las personas no podemos desarrollarnos cognitivamente y no llegamos a convertirnos en seres humanos sociales.
Es
decir, somos sujetos sociales, y como tal estamos sujetos, anclados al contexto
social que nos ve nacer y nos moldea. Las ciencias puras, también conocidas
como ciencias naturales, tienen su baluarte en la objetividad absoluta, en el
empirismo y la comprobación más exacta, pues su suerte es que los objetos de
estudio de sus materias carecen de una subjetividad tan potente. Es bien
diferente estudiar el cosmos, en cierta manera inmutable para nosotros, aquel espacio infinito que
se rige por leyes universales e inamovibles, que entender la realidad social,
esa amalgama de contextos y conflictos de los cuales formamos parte y de los
que es necesario tomar distancia para poder comprenderlos objetivamente.
La
Sociología y por tanto las sociólogas y sociólogos debemos convertirnos en
extraterrestres para poder entender lo que nos rodea. Es decir, debemos
alejarnos de nuestra realidad social para obtener una visión de relativa
objetividad, y, sobre todo, debemos alejarnos de “lo que damos por sentado”.
Aquí es donde entra esa “Imaginación Sociológica” que tanto persigue el buen
hacer sociológico pues solo desde la distancia se evitarán los sesgos más
profundos, los prejuicios y la influencia de nuestro propio “yo social” frente
a la verdad.
Pocas
ciencias pueden ofrecer lo que da la Sociología, pues no nos otorgará verdades
absolutas, ni leyes universales. Sin embargo, nos ofrece la oportunidad y la
exigencia de deconstruirnos a nosotros mismos una y otra vez, una manera de
entender la realidad social aceptando lo que es, un conocimiento subjetivo que
siempre será inabordable, volátil e impredecible. Esto no es malo, pues si la
función de la ciencia es arrojar luz sobre la incomprensión, la Sociología
cumple bien esta función. Además, lo hace sobre uno de los objetos de estudio
científico más difíciles de abordar: la sociedad.
Ahora
bien, la Sociología no puede conformarse únicamente con profundas teorizaciones sobre las
temáticas que aborda. Debe basarse como toda ciencia en evidencias, pruebas,
datos y en general conocimiento comprobable, comparable y demostrable. Es por
eso que se basa en dos vertientes metodológicas que cada vez están más
interconectadas entre sí y que deberían unirse en una sola: las técnicas
cuantitativas y las técnicas cualitativas.
Mirad con el microscopio de la Sociología las joyas con los que se engalanan los burgueses y veréis que en sus piedras preciosas se encuentran los glóbulos rojos que faltan en la sangre de los proletarios.
Fernando Tárrida del Mármol
En las técnicas cuantitativas englobamos todos aquellos datos y evidencias numéricas y cuantificables que la Sociología produce para comprobar sus hipótesis. Es decir, si se quiere por ejemplo averiguar si hay diferencia salarial entre barrios de una misma ciudad, se abordará el estudio diferenciado de los barrios haciendo un análisis estadístico/comparativo de las rentas. Posteriormente, estos datos pueden servir para explicar fenómenos como la segregación socioespacial. Un fenómeno que nos indica como las condiciones materiales de la gente (sus ingresos, por ejemplo) influyen en la fisionomía (composición urbana) de la ciudad.
Renta media por barrios en la ciudad de Valencia (España). Fuente:https://www.expansion.com/economia/2019/09/12/5d7a1d70e5fdea48218b45aa.html |
Por otro lado, no se debe dejar de lado el conocimiento subjetivo. Como ya hemos nombrado antes, la Sociología estudia a los sujetos y estudia la subjetividad. Esta dimensión de estudio le ha costado demasiados quebraderos de cabeza pues colinda con los discursos, opiniones, teorías… y en general diferentes maneras subjetivas de entender el mundo.
No obstante, a través de las técnicas cualitativas, la comprensión y la interpretación del conocimiento subjetivo también es posible. Es decir, en muchas ocasiones puede ser más esclarecedor una "historia de vida" o "entrevista" de una persona que ha vivido en un barrio toda su vida, que ha visto como evolucionaba su fisionomía
urbana, a que problemáticas y cambios se enfrentaba la zona, como afectaron las
diferentes crisis, las guerras… que cualquier estadística extraída por el mejor
muestreo realizable.
Lo bueno de estos dos enfoques es que son complementarios, y es necesario que lo sean, pues sin el esfuerzo de objetivación de herramientas como la socioestadísticia o la demografía la Sociología no sería una ciencia.
Por otro
lado, si se deja de lado la dimensión cualitativa del conocimiento social se
pierde la profundidad necesaria para comprender realmente el entorno social,
quedándonos en datos banales, carentes de interpretación y complementación
discursiva, necesaria igual o más que las anteriores dimensiones.
El sociólogo al igual que el herrero o el obrero manual, debe permanentemente mejorar sus herramientas.
Pierre Bourdieu
¿Por qué mucha gente insiste en ser críticos con la Sociología? ¿Por qué la Sociología tiene que justificarse una y otra vez como ciencia? En primer lugar, creo que tiene que ver con la hegemonía científica. Las ciencias puras comparten las principales posiciones de poder dentro del campo científico. Esto sitúa a las Ciencias Sociales en una continua lucha por legitimar su generación de conocimiento que es tildado muchas veces de inexacto o volátil. Lo cierto es que puede que incluso sea más difícil entender la sociedad que la física cuántica, aún así siempre se menospreciará el conocimiento sobre lo primero. El fantasma de la subjetividad siempre acecha sobre las Ciencias Sociales, y hay que aceptarlo, manejamos conocimiento subjetivo por que la realidad es así, es generada por sujetos sociales. Lo cierto es que ni el ingeniero o físico más meticuloso se escapa de la subjetividad.
El objetivo de mi trabajo es mostrar que la cultura o la educación no son simples pasatiempos menores.
Pierre Bourdieu
En segundo lugar, la Sociología es una ciencia que molesta ¿Qué es eso de que una ciencia vaya por ahí destapando las vergüenzas sociales, incluso que diga que la propia ciencia está sometida al poder hegemónico del capital? ¡Hasta la astrofísica! Pues si señor@s, aunque eso lo dice la evidencia histórica, ya que la astrofísica tiene su época de oro en la carrera espacial de la Guerra Fría, pero eso es otro tema.
La cosa es que las ciencias puras pueden o no ser
críticas. Pueden existir maneras de ejercer la ciencia que sean de denuncia; denunciando el cambio climático, la generación de energía poco sostenible, el sistema
productivo insostenible, los riesgos sociosanitarios de las industria, etc. Pero
también se puede hacer ciencia vendida al capital. En esto creo que la
Sociología por una vez parte con ventaja, pues su vertiente crítica es fértil y
potente (existe por supuesto su contrapartida vendida al capital) y esto genera
que moleste, que se le tilde de anticientífica, pero esto debe servirnos a los
sociólogos y sociólogas como un faro, pues siempre que se nos menosprecie desde
el “Status Quo” es que estamos haciendo bien nuestro trabajo.
Bibliografía:
https://www.unoeditorial.com/portfolio/manual-de-un-sociologo-insociable/
https://www.expansion.com/economia/2019/09/12/5d7a1d70e5fdea48218b45aa.html
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