El racismo desde la sociología
El racismo es un tema tratado ampliamente en la sociología. En la actualidad, es una variable fundamental para entender problemáticas como la exclusión social, la discriminación o la violencia en la sociedad, entre otras.
De esta manera, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial de la ONU en 1965, definió el término racismo como:
"toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicios en condiciones de igualdad de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública ".
El racismo desde la sociología: la xenofobia
Desde tiempos remotos, donde las primeras organizaciones sociales se iban conformando a partir de la
revolución neolítica. Los colectivos humanos fueron construyendo una visión de
identidad de grupo. Esto supuso que se vinculara todo lo que rodea al
grupo al que uno pertenece con la seguridad y el bienestar propios. Pero, además, todo lo que rodeaba a otros
grupos humanos foráneos, se vinculaba y se vincula en muchas ocasiones a la incertidumbre, la inseguridad, incluso al miedo o al odio.
De este modo, el término xenofobia es diferente al de racismo y proviene del griego “xenos” (extranjero) y “phobos” (miedo). Su significado hace referencia al rechazo, la discriminación o el odio hacia un individuo o colectivo por ser extranjero. Es decir, por su condición de migrante.
El racismo desde la sociología: la especie humana, una sociedad históricamente migrante
Las migraciones han conformado y conforman el mapa histórico de la Humanidad. Las personas han migrado desde los mismos orígenes de la especie humana, comenzando por el continente africano en un primer lugar y después expandiéndose por el resto del globo.
Estas primeras migraciones humanas del paleolítico fueron el primer gran desplazamiento migratorio de la humanidad hace unos 60.000 años. Desde entonces no hemos parado de ser una especie esencialmente migrante, lo que choca con los discursos racistas y xenófobos de la ultraderecha, el fascismo o los discursos de odio en general.
Hoy en día, de hecho, las migraciones forman parte del
fenómeno de la globalización, siendo una dimensión más de este proceso. Así pues, las migraciones se pueden definir como
el conjunto de flujos de población que se desplazan desde un país de origen hacia otro destino. Los motivos de estos desplazamientos suelen ser diversos, predominando los
económicos, aunque también se encuentran otras razones pertenecientes al
ámbito político o sociocultural, como huir de un
conflicto armado o por persecuciones ideológicas.
En la actualidad, se tiende a dar una explicación individualista por parte del “statu quo” y los medios de comunicación sobre los motivos de la inmigración. Es decir, se entiende la inmigración a través de motivaciones personales (del inmigrante) el cual toma la decisión de desplazarse a otro país para obtener unas mejores condiciones de vida. No obstante, aunque esta explicación es válida, deja de lado una parte muy importante del fenómeno migratorio: los motivos contextuales o estructurales.
Lo contrario sería caer en el llamado
error fundamental de atribución, una percepción errónea (típica además de las sociedades occidentales) de
explicar la conducta de las personas únicamente a cuestiones estrictamente individuales.
Además, como ya se ha nombrado se puede añadir a esta explicación que las migraciones deben entenderse como parte de la globalización. En la actualidad, se han reducido los controles para el intercambio de productos, capital, información y conocimientos, sin embargo, paradójicamente han aumentado las políticas de control en los movimientos poblaciones de las últimas décadas.
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Autor: Albar Arraitz, 17/10/2009. Fuente: Flickr. Licencia: (CC BY-NC-SA 2.0) |
Es decir, la vieja táctica de la extrema derecha de
fabricar un enemigo y utilizarlo como elemento para ganar apoyo popular, tal y como hizo
Adolf Hitler y el nazismo con la etnia judía, pero aplicado a las personas migrantes. De hecho, el discurso antiinmigración constituye la base principal de la mayoría de los discursos de la ultraderecha europea y americana, como
Donald Trump (EEUU),
Marine Lepen (Francia), Santiago Abascal (España) o Alexander Gauland (Alemania), entre otros.
Paradójicamente, la economía capitalista siempre ha estado caracterizada por procesos migratorios, los cuales han estado vinculados a los contextos sociales y políticos de la época. Un ejemplo de esto se puede encontrar al inicio del capitalismo moderno, donde el crecimiento de las ciudades a causa de la industrialización se llevó a cabo a través de un éxodo rural que se ha ido repitiendo de forma cíclica.
El racismo desde la sociología: el término raza un concepto racista
Hasta la primera mitad del siglo XX predominaba una concepción racista que presentaba una sociedad humana separada por razas. Esta visión fue apoyada por la ciencia en general durante algunos siglos.
No obstante, a partir de 1950 la clasificación de la humanidad por razas empezó a ser duramente criticada y sustituida por la concepción actual.
De esta manera, en la actualidad existe
el consenso que defiende que únicamente existe una raza, la raza humana, y que para referirse a la diversidad dentro de las sociedades es más acertado utilizar
el término de etnia.
De esta forma, lo expuesto en los párrafos anteriores indica como tanto las concepciones racistas como xenófobas se sostienen sobre construcciones y estereotipos socialmente establecidos.
En definitiva, la biología ha demostrado que los seres humanos son 99,9% idénticos genéticamente independientemente de la etnia, apariencia física o lugar al que pertenezcan. Todo lo descrito en el texto nos conduce a la conclusión de que las discriminaciones por raza o lugar de nacimiento no se sostienen, pues las sociedades humanas han sido históricamente migrantes y la biología ha demostrado con creces que la única raza que existe es la raza humana.
Hola, mantengo una discusión en clase sobre frases como "Vamos al chino a echar un café" o "Me bajo al chino a comprar cartulinas".
ResponderEliminar¿Es racismo o solo son referencias válidas a la raza de una persona?
Si alguien puede responder con argumentos se lo agradecería mucho.
Gracias.
Sería interesante plantear el debate desde el término de raza, para observar la gente como la define, pues no existe una raza más allá de la humana. De ahí podríamos pasar al concepto de etnia y allí sí podríamos debatir sobre la xenofobia (la discriminación a las comunidades de origen extranjero) dentro del marco de nacional de un país. Por ejemplo, en España, desde donde se escribe el blog, las personas de origen magrebí, etnia gitana, asiática también, como el ejemplo que pones, están sometidas a cantidad de estereotipos, prejuicios, racismo cultural, institucional, miedo, incomprensión... algo que se ve reflejado en el lenguaje. Como tu bien has apuntado.
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